El 21 de marzo el gobierno de Velasco decretó la reforma educativa. La idea central de la ley estaba inspirada en los escritos de Augusto Salazar Bondy sobre la educación como generadora de una consciencia crítica de la realidad y promotora de la transformación de las relaciones de dominación que caracterizaba a la sociedad peruana. La ley también quiso vincular la educación al proceso productivo para lo cual creó la Educación Básica Laboral como opción a la Educación Básica Regular. La EBL apuntaba a formar oficios técnicos; en las ciudades se ofrecían las carreras de construcción civil, mecánica, carpintería y otros; en las áreas rurales las carreras de técnicos agrícolas, zootecnia, avicultura y otros. El punto más polémico de la ley fue establecer un uniforme único (blanco y gris) para los estudiantes de las escuelas públicas y privadas.