El libro del historiador argentino Carlos Sempat Assadourian, El sistema de la economía colonial. Mercado interno, regiones y espacio económico, marcó el nivel más alto de la renovación de los estudios de historia económica que, bajo la coordinación de Heraclio Bonilla, se llevaban a cabo en el IEP. Assadourian llegó a revolucionar los estudios de la historia económica colonial, pues mostró que la producción y transporte de plata generó un “mercado interno colonial” que dinamizó la producción agropecuaria de las haciendas, de los arrieros de mulas y de los comerciantes que debían de abastecer a los centros mineros. Así, las minas de Potosí se convirtieron en el eje articulador de las economías locales y regionales de diversas áreas de Perú y Chile, así como del entonces virreinato del Río de la Plata, experimentándose una suerte de prosperidad económica colonial