El Frontón, Demasiado pronto / Demasiado tarde. Lima, IEP, 2014. “Todos vimos el cerro quemándose en la niebla”, escribía José Antonio Mazzotti en una de las primeras reacciones poéticas a la matanza de 1986. Pero la verdad de ese verso radica, paradójicamente, en su mentira, en su condición metafórica: salvo desde el litoral, no era factible para la inmensa urbe de Lima tener una experiencia sensorial directa de la masacre en la isla. Una matanza que, sin embargo, cada uno de nosotros intuía más allá de la bruma provocada por las distancias físicas y las distorsiones mediáticas. Esa conciencia ominosa y generalizada colmó de visibilidad al abismo que el Poder pretendía a toda costa opacar. Una luz oscura ilumina desde entonces, y a la vez enturbia, las aguas que separan a la tierra firme del islote presidiario. Hay una experiencia desplazada del aura en esa tensión dialéctica entre proximidad y distancia, entre premonición y ocultamiento. Como un recuerdo reprimido que siempre vuelve. En las luchas jurídicas y políticas, sin duda, pero sobre todo en los combates por la historia y las batallas por la memoria. Varias obras analizadas enuncian esa promesa desde el ámbito de la representación mediada. Otra es la estrategia que Gladys Alvarado Jourde ensaya el año 2009: desafiando miedos y restricciones, ella contrata a pescadores para cruzar las aguas hasta acceder a la isla desierta. Logra así, en dos ocasiones distintas y bajo diferentes condiciones de luz (matinal y vespertina), recorrer con su cámara las instalaciones y los alrededores de la cárcel derruida. “El Frontón”, escribe Alvarado en el texto de 2009 que este libro reproduce, “es a la vez detritus, resto, presencia mutilada, presencia de una ausencia. ¿Es demasiado pronto para reconocerlo como una ruina contemporánea? ¿Es demasiado tarde para desaparecerlo?”. Esas preguntas últimas darían título a la serie entera -Demasiado pronto / Demasiado tarde- subrayando la condición incierta en la que se encuentran los restos deshabitados de la cárcel destruida.

Gaceta Constitucional. Tomo 69. Lima: 2013. En su sección especial, el presente tomo de la Gaceta Constitucional presenta algunos análisis en torno a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el caso “El Frontón”, que calificó los asesinatos como graves violaciones a los derechos humanos, pero no como crímenes de lesa humanidad. De este modo, Carlos Rivera sostiene que el TC yerra al declarar fundada la demanda de hábeas corpus presentada por uno de los procesados por los hechos de “El Frontón”, dado que éstos sí constituirían crímenes de lesa humanidad. Por su parte, Manuel Bermúdez sostiene que tales actos sí tienen cualidad de “crímenes contra la humanidad” en tanto que el Estado actuó con fuerza desproporcionada y que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas no operaron con autonomía sino que recibieron órdenes de alguna autoridad política del Ejecutivo. Por su parte, Carlos Villarroel discrepa sobre la actitud del Colegiado en calificar los actos ocurridos en el expenal y plantea que dicha sentencia es un retroceso en la lucha contra la impunidad por graves sucesos cometidos en décadas pasadas y que el Estado está en la obligación de investigar.

Días de barbarie: la matanza de los penales. Lima: APRODEH, 2003. La pertinencia de esta publicación, en el marco del proceso de búsqueda de verdad y justicia en el que estamos empeñados peruanos y peruanas, deriva no sólo de consideraciones jurídicas. Los hechos que aquí se reconstruyen configuraron un momento decisivo en el proceso de violencia subversiva y guerra sucia que se había iniciado en 1980. Más aún, aquellos días de junio de 1986 vieron materializarse fantasmas y traumas cuyo origen ocupa buena parte de la historia política del siglo XX peruano y que siguen rondando nuestro presente. La reciente resolución sobre cumplimiento de sentencia emitida por la CIDH (noviembre del 2002), ha vuelto a sacar a la luz diversos aspectos jurídicos de la masacre que tuvo lugar en El Frontón. Es ya de por sí significativo que el organismo internacional tenga que seguir emitiendo fallos 16 años después de sucedido un caso en el que pocos dudan que se produjeron graves violaciones a los derechos humanos. Como en tantos otros casos, a la lenidad del Poder Judicial se sumó la subordinación de éste y otros poderes del Estado al veto militar. El efectivo juzgamiento del caso aquí presentado no debe ser entendido como una maniobra política orientada a condenar la gestión gubernamental de aquellos años. La reconstrucción de la verdad, el establecimiento de responsabilidades, y la acción efectiva de la justicia deben ser vistas como una oportunidad inédita para que el país y, en particular, uno de sus más importantes partidos políticos, se desprendan definitivamente de fantasmas y traumas y nos embarquemos juntos en la construcción de un país reconciliado.

Informe al Congreso sobre los sucesos de los penales. Lima: Talleres Gráficos Ocisa, 1988. Este texto se basa el informe elaborado por la Comisión Investigadora sobre la masacre producida en los penales en el que se hace una reconstrucción de los hechos a partir de la información brindada a través de informes oficiales y entrevistas a Ministros de Justicia, Interior, miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y otros altos oficiales militares y policiales, miembros del Poder Judicial, el Ministerio Público y el Consejo Supremo de Justicia Militar y el Presidente de la República. Asimismo, se señala también recibió indirectamente los testimonios de algunos presos sobrevivientes y sus familiares.

El retorno de la barbarie: la matanza en los penales de Lima en 1986. Lima: Bahia Ediciones, 1987. Eran las catorce horas del interminable miércoles 18 de junio de 1986. Poco después, la "ejecución salvaje" se cumpliría minuciosamente en las cárceles del Frontón y Lurigancho. Tras ella quedarían doscientas cincuenta muertes, fusilamientos de presos, demoliciones homicidas, bombardeos de guerra y entierros. Pero también quedarían los escombros morales de un gobierno que permitió y encubrió las matanzas. Este libro es una reconstrucción sistemática de las masacres cometidas en aquellas cárceles. Es, asimismo, la revelación de otra barbarie: la de los autores intelectuales que, tras los muros del poder, propiciaron las matanzas, hasta hoy impunes. El libro transcribe testimonios inéditos de autores materiales de la hecatombe. Además, señala responsabilidades de diversos personajes: desde la que corresponde a los jefes directos de la "ejecución salvaje", hasta la innegable autoría intelectual del presidente de la república.

Los sucesos de los penales: nueva abdicación de la autoridad democrática: un enfoque jurídico. Lima: Instituto de Defensa Legal, 1986. "El propósito de este informe, elaborado desde una perspectiva comprometida con los principios fundamentales del orden democrático constitucional, y desde una opción cristiana inseparablemente ligada a la defensa del derecho a la vida y a los derechos humanos, es contribuir al análisis, debate y reflexión jurídica en torno a los sucesos acaecidos en el motín de los penales, así como a evaluar el sustento de constitucionalidad y legalidad implicado en las acciones oficiales desarrolladas para debelar dichos motines". (Extracto de la presentación, p. 17).

Los sucesos en los penales: acusación constitucional sobre un caso de genocidio. Lima: PUM. Célula Parlamentaria, 1986. "Ante los tráficos sucesos de los penales del 18 y 19 de junio de 1986, la Célula Parlamentaria del Partido Unificado Mariateguista decidió trabajar una acusación constitucional contra el Consejo de Ministros para encarar su responsabilidad en los sucesos. Por la gravedad de lo acontecido y ante la persistente distorsión de los hechos por las fuentes oficiales, la fundamentación de la acusación tenía que comprender un seguimiento detallado de los acontecimientos, lo que requirió una profunda investigación propia así como un análisis riguroso de la violación del Estado de Derecho y de los instrumentos internacionales que están incorporados en el ordenamiento jurídico. Conociendo los límites impuestos por la correlación de las fuerzas parlamentarias, el propósito era el de dejar una constancia escrita de nuestra posición ante estos acontecimientos que están marcando con huella indeleble la historia contemporánea de nuestra patria. Al haberse alcanzado el acuerdo político entre las fuerzas de oposición al gobierno aprista para interpelar al gabinete, la acusación fue formalmente retirada. Sin embargo, los argumentos y la investigación producidos sustentan nuestro enjuiciamiento político y es por ello que hemos creído conveniente su difusión" (Extracto de la introducción).